domingo, 8 de mayo de 2011

Alguna vez

Cuando vayas de la mano por la calle, con ella.
Cuando te acuestes y al cerrar los ojos me recuerdes.
Cuando al sentarte a la mesa a comer , y al servir la bebida se suba el gas, te acordarás de meterle el dedo para que se baje; porque así te lo enseñé.

Así cuando pasen las horas de tus días, verás que yo tenía razón.

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